Una mascota se vuelve como un integrante más de la familia. Los abrazos y besos nunca faltan con nuestros amiguitos peludos, pero eso puede tener consecuencias inesperadas.
Si bien se han convertido en parte importante de tu vida, recuerda que debes ser precavido con las enfermedades que te puedan transmitir.
Estas son las más comunes y así puedes prevenirlas.
Dermatofitosis
Es mejor conocida como tiña y existe en las mascotas jóvenes. Si tu gatito o perrito tienen esta infección hay posibilidades de que te contagien.
Los síntomas son manchas rojas en la piel, como si fueran llagas, que generan irritación o comezón.
Lavarte las manos con frecuencia y usar guantes cuando entres en contacto con tu mascota y al limpiar sus desechos. Sus cobijas o cama también también pueden ser un foco de infección.
Rabia
Si tu perro contrae la rabia puedes contagiarte en el momento en que tu sangre entre en contacto. Como síntomas son fiebre y en casos extremos alucinaciones.
Si presentas uno de estos síntomas acude inmediatamente al médico.
Tenia, nematodos o anquilostoma
En mascotas bebé como gatitos o perritos los nematodos son extremadamente peligrosos.
Los gusanos pueden dañar de manera irreversible al cerebro, corazón y otros órganos vitales.
Para prevenirlo procura el aseo de tu mascota, elimina las pulgas de inmediato y evita que tu perro entre en contacto con excremento de otros animales.
Incluso en las superficies contaminadas los parásitos pueden vivir después de mucho tiempo. Así que debes tener rigurosos hábitos de higiene.
Salmonelosis con reptiles
Si en casa tienes una iguana podrías estar expuesto a la salmonelosis.
Los síntomas son diarrea extrema, náuseas, fiebre y cólicos.
Para que no te contagia deberás tener su jaula o pecera lo más limpia, además de lavarte las manos cada que entras en contacto con ellos.
Nunca sabes su habitáculo en la cocina o evita que tu mascota se encuentre en ese lugar.
Arañazo de gato
Los gatos infectados por pulgas son poseedores de la bacteria Bartonella henselae; por lo que su arañazo puede dejarte expuesto a ésta.
Los síntomas de la infección son inflamación de los ganglios linfáticos y fiebre.
Si muestras alguno de estos es importante que acudas con un doctor.
Para prevenir la infección es importante que laves la herida con agua y con jabón; además recuerda darle los cuidados adecuados a tu gato para evitar las pulgas.
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