Han transcurrido más de tres décadas desde el primer momento en que el músico y cantante se lanzó al ruedo del arte y aún conserva el mismo sabor y cadencia que lo distinguen como salsero.
Esa fuerza musical se vuelve a patentizar en su más reciente producción, Así soy, lanzada bajo el sello Sony, en su primer año de convenio con esta firma multinacional.
Aun cuando Oscar D’León admite haber pasado un «mal rato» en su última visita a Colombia, donde lo acusaron y arrestaron por una alegada estafa, el salsero aseguró que regresará a ese país cuantas veces sea necesario para deleitar a su fiel fanaticada.
«Yo no estafé a nadie. Lo que pasa es que, bajo las leyes de Colombia, si alguien hace una declaración jurada con una acusación como ésa la hacen válida, antes de corroborar si es cierto. Pero nunca he quedado mal con nadie, menos para hacer una presentación», sostuvo el intérprete de Mi bajo y yo, quien se presentará en octubre en el Centro de Bellas Artes de San Juan, en una producción de Edwin Montañez.
Al creador de Llorarás se le acusó de haber incumplido con un concierto en la Plaza de Toros de Cartagena, cuando, asegura su manejador Oswaldo Ponte, los productores fueron quienes suspendieron el baile.
Tal imputación provocó que a su salida de la ciudad de Barranquilla, la noche del lunes 7 de febrero, fuera detenido, apresado y conducido a la fiscalía de la ciudad, donde pernoctó esa noche.
La controversia se resolvió al día siguiente tras la intervención de la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en Bogotá, que demostró que las acusaciones en contra del cantante eran malintencionadas.
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