
La Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), informo que esta ”Ola de Calor” será una de las más severas en las últimas décadas, y se espera que persistan durante varias semanas, además, las temperaturas elevadas no solo aumentan el riesgo de incendios forestales y fallas en el suministro eléctrico, sino que también tienen un efecto directo en la salud humana.
La exposición prolongada al calor puede provocar deshidratación, agotamiento por calor, golpe de calor e incluso la muerte. Los grupos más vulnerables incluyen a niños, personas mayores, trabajadores al aire libre y personas con enfermedades crónicas.
Las señales en el cuerpo que indican que se sufre deshidratación son, de acuerdo con Mayo Clinic:
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere que, en condiciones normales, un adulto promedio necesita entre 2 y 2.5 litros de agua al día. No obstante, en situaciones de calor extremo, este requerimiento puede aumentar a entre 3 y 4 litros diarios, o incluso más si se realiza actividad física o se permanece al aire libre por largos periodos.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos recomiendan beber agua incluso si no se tiene sed, ya que la sed es un indicador tardío de deshidratación. En sus guías para el manejo del calor, se sugiere consumir un vaso de agua (aproximadamente 250 ml) cada 15 a 20 minutos cuando se está expuesto a altas temperaturas.
Durante una ola de calor, los requerimientos pueden variar drásticamente. Por ejemplo:
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