Sin duda ser mamá es una de las cosas que la mayoría de las mujeres, aunque la ciencia ha avanzando mucho con la inseminación artificial, sin duda dió un paso muy importante en la planificación familiar de las mujeres y parejas que tenían problemas con la fertilidad.
Sin embargo el futuro de las células masculinas podría dejar de ser necesarias para la reproducción humana.
En el 2006 un grupo de investigadores liderados por Karim Nayernia desarrolló células inmaduras de esperma a partir de células madre de médula ósea de hombres.
Una investigación previa de los científicos logró el mismo procedimiento con célula de ratones, por lo que quisieron probar el método en células humanas.
En el caso de los ratones, los espermas estaban en su forma completa y fueron inyectados en úteros de hembra; sin embargo, de 210 intentos se produjeron 7 nacimientos de ratones con enfermedades y que murieron al cabo de 5 meses.
La investigación en las células humanas tenía como objetivo restaurar la fertilidad en varones que la perdieron por ser sometidos a tratamientos de cáncer; sin embargo, los resultados abrieron la posibilidad de crear espermatozoides sin células masculinas.
Los científicos combinaron las células madre de la médula ósea de hombres con un tipo de vitamina A que creó un tipo de célula idéntica a la del espermatozoide en su fase inicial, conocida como célula espermatogonial.
En el proceso de desarrollo biológico, la célula espermatogonial tiene que hacer meiosis, proceso donde la célula se divide para formar el espermatozoide maduro; sin embargo, en la investigación no se logró ese proceso.
Una posibilidad de la interrupción del desarrollo celular podría deberse a que las células espermatogoniales necesiten de otra célula presente en los testículos que nutre a los espermatozoides.
esa célula también se podría obtener a partir de células madre y, tres años después de los primeros experimentos, el científico Karim Nayernia logró desarrollar la meiosis y, en consecuencia, espermas maduros.
Aunque el científico obtuvo espermatozoides de manera artificial no significa que ahora pueda crear humanos en un laboratorio. Además, el desarrollo de embriones a partir de células madre todavía está en debate.
Los resultados pretenden ayudar al entendimiento de la infertilidad en hombres y crear nuevas formas de inseminación artificial; sin embargo, dado que las células se obtienen de células madre, abren la posibilidad de obtenerlas partir de células femeninas.
El experimento se hizo en Instituto de Reproducción Biológica y Células Madre de Beijing, China.
Los científicos utilizaron una combinación de células madre y una reciente tecnología genética que permite la modificación de ADN, además de células madre (células embrionarias haploides).
La tecnología con la que trabajaron se llama CRISPR-Cas9, una especie de tijeras cromosómicas que modifican los genes que no permiten a los huéspedes tener hijos al eliminar ciertas barreras.
El equipo explicó que durante el embarazo, el organismo crea barreras en el ADN del feto. Éstas se imprimen en los genes y permiten o interfieren con los embarazos. Así que modificaron esas barreras para capacitar a los ejemplares para poder reproducirse entre miembros del mismo sexo.
Para reproducir a la pareja de hembras crearon un espermatozoide artificial por medio de células madre haploides, después lo emplearon para fertilizar un óvulo. Mientras que en el proceso los dos ratones machos integraron un espermatozoide y una célula madre embrionaria a un óvulo inmaduro sin núcleo, para posteriormente implantarlo en la madre subrogada.
Las crías nacidas de dos machos murieron a las 48 horas de nacimiento, mientras que las crías del par de hembras se mantuvieron vivas y saludables.
Aún se desconocen los efectos secundarios de la modificación genética para la reproducción de miembros del mismo sexo, pero hay especialistas que afirman que las siguientes generaciones de esos ratones podrían presentar problemas genéticos.
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