A todos nos ha pasado, o al menos a la mayoría, que sufrimos por desamor, muchas veces porque la otra persona nos dejó cuando le dimos todo de nosotros y no entendemos por qué aún así se fueron.
Llegamos a sentir que el mundo se nos viene encima y nos sentimos desvalorados y que nuestros sentimientos no importan.
No porque alguien no supo valorar el amor que le diste vas a dejar de sentirlo por otra persona
Pero tenemos que saber algo, a pesar de sentir que perdimos lo más importante, no es así, pues nosotros no hemos perdido nada, los que han perdido son lo que no supieron valorar el amor que les dimos.
Es normal que nos sintamos desconfiados luego de experimentar alguna ruptura amorosa, pero no es bueno tomar la idea de no volver a amar para ya no sufrir de nuevo. Nunca será bueno dejar de sentir amor, el amor nos da vida, nos da fuerza.
Cuando pensemos en dejar de amar, tomémonos un minuto para reflexionar en que tu bondad, tu capacidad para amar sin límites, para compartir cada momento de tu vida al lado de una persona, se lo diste a alguien que no lo valoró y que así como lo ofreciste a esa persona equivocada, llegará la indicada que te hará volver a creer en el verdadero amor y de la misma manera serás correspondido/a.
El desamor en mujeres y hombres
Los hombres y las mujeres experimentamos y vivimos las rupturas amorosas de manera diferente. En las mujeres justo al momento de vivirlo sienten el impacto, pero se recuperan antes, en cambio con los hombres pasa totalmente lo contrario.
Los hombres al inicio aparentan que están bien y que no les dolió en absoluto, demuestran que son fuertes y que nada los puede lastimar. Sin embargo no es así, lo que ocurre es que simplemente esconden sus emociones y esto les afecta ya que los hombres pueden tardar hasta años en superar una ruptura amorosa.
Sistema Radiópolis, S.A. de C.V., realiza una reserva expresa de las reproducciones y usos de las obras y otras prestaciones accesibles desde este sitio web a medios de lectura mecánica u otros medios que resulten adecuados.
