Lupillo Rivera volvió a colocar a su hermana Jenni Rivera en la atención pública al compartir fotos inéditas del día en que la familia recibió sus restos en 2012, capturando un momento profundamente doloroso para los Rivera.
En las imágenes, se ve a Lupillo sosteniendo la pequeña urna de Jenni, mientras los demás miembros de la familia aparecen visiblemente afectados. No se trata de fotos de un funeral público, sino de instantes privados que hasta ahora habían permanecido resguardados.
El cantante aclaró que su intención no era generar morbo, sino mostrar a sus seguidores la verdadera dimensión emocional que vivieron tras la tragedia.
Junto con las fotos, Lupillo incluyó fragmentos de su autobiografía, donde revela por primera vez con crudeza las dudas que lo han acompañado desde el accidente aéreo que le arrebató la vida a su hermana en 2012. Uno de los pasajes más impactantes refleja que, pese al paso de los años, todavía no ha encontrado plena paz sobre lo sucedido.
“No puedo afirmarlo con certeza porque no hay un culpable, pero por los indicios es lo que siento”, escribió Lupillo, palabras que desataron una ola de reacciones en redes. Para algunos, es un grito de dolor y sospecha; para otros, una declaración que revive teorías nunca confirmadas sobre el accidente.
El cantante explicó que compartir estas fotos y relatos forma parte de su proceso de sanación y que también busca que el público conozca lo que la familia vivió detrás de cámaras y lejos de los homenajes masivos. Subrayó que fue una decisión meditada, no impulsiva, y que su objetivo no es explotar la tragedia, sino honrar la memoria de Jenni mostrando el dolor real que implicó su partida.
Para Lupillo, mantener estos recuerdos ocultos era cargar con el duelo en soledad; ahora, al compartirlos, puede aliviar parte del peso emocional que ha llevado durante más de diez años.
Jenni Rivera, conocida como ‘la Diva de la Banda’, perdió la vida el 9 de diciembre de 2012 a los 43 años en un trágico accidente aéreo cerca de Iturbide, en el que también fallecieron sus acompañantes y los pilotos.
Su partida no solo fue un golpe devastador para Lupillo y el resto de su familia, sino que también conmovió profundamente a sus seguidores y al mundo del entretenimiento.
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