¿Qué elementos componen la ofrenda de Día de Muertos?

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Noviembre inicia con una de las celebraciones más importantes de México: el Día de Muertos o Xantolo, conocido por sus coloridas ofrendas llenas de significado.

La ofrenda de muertos debe incluir varios elementos fundamentales. Si alguno de ellos faltara, aunque no se pierde por completo el encanto espiritual que caracteriza a esta tradición, sí se ve afectada su integridad.

¿Qué debe llevar una ofrenda?

Al preparar tu ofrenda de Día de Muertos, algunos elementos son esenciales:

  • Sal y mantel blanco: simbolizan pureza y ayudan a proteger al difunto.

  • Agua: calma la sed de las almas tras su viaje.

  • Velas y veladoras: guían a los muertos hasta su antiguo hogar.

  • Calaveritas: de azúcar o chocolate, representan la muerte según la tradición mesoamericana.

  • Copal e incienso: purifican el espacio y ahuyentan los malos espíritus.

  • Flores: especialmente cempasúchil, que guía a las almas hasta el altar.

  • Pan de muerto: simboliza afecto y fraternidad hacia los difuntos.

  • Papel picado: aporta color y representa el aire.

  • Comida y bebida: se colocan los platillos favoritos del ser querido.

  • Retrato: indica quiénes son los homenajeados en la ofrenda.

¿Qué significa Día de Muertos?

El Día de Muertos es una tradición mexicana que honra a los fallecidos con ofrendas y está reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

¿Cuándo es el Día de Muertos?
Aunque las fechas principales son el 1 y 2 de noviembre, la tradición marca que las almas comienzan a llegar antes:

  • 28 de octubre: almas de quienes murieron de forma trágica o violenta.

  • 29 de octubre: quienes fallecieron por ahogamiento.

  • 30-31 de octubre: niños no bautizados y “angelitos”.

  • 1 de noviembre: Día de Todos los Santos, dedicado a los niños fallecidos.

  • 2 de noviembre: Día de los Fieles Difuntos, dedicado a los adultos.

¿Qué son las calaveritas literarias?

Las calaveritas literarias, versos con tono humorístico, nacieron en el siglo XIX como crítica social y política, y se hicieron populares gracias a artistas como José Guadalupe Posada. Son un ejemplo del ingenio mexicano al enfrentar la muerte con humor.