“Me voy en paz, cantando”: la última nota de Amalia Macías, la voz ranchera que enamoró a Irapuato… y al mundo

La cantante guanajuatense se despidió de este mundo con gratitud, dejando una huella que va mucho más allá del escenario

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La música ranchera está de luto, pero también está de pie para aplaudir de pie a una de sus voces más queridas y sinceras: Amalia Macías, originaria de Irapuato, Guanajuato, falleció este jueves, y lo hizo como siempre vivió: agradecida, cantando y con el corazón lleno de amor.

La noticia fue confirmada por su equipo a través de su cuenta oficial de Facebook, donde se compartió el mensaje de despedida que la misma Amalia dejó listo para el momento de su partida. “Gracias, vida, por tanto… me voy en paz, cantando”, escribió. Y no pudo haberlo dicho mejor: la música fue su alma, su motor y su forma de amar.

Una artista que no buscó el reflector, pero se lo ganó con talento

Aunque su nombre quizás no resuene tanto en las nuevas generaciones, Amalia Macías fue una joya vocal que brilló en escenarios mexicanos e internacionales, coincidiendo con gigantes como Vicente Fernández, Marco Antonio Muñiz, Lorenzo de Monteclaro y hasta artistas internacionales como Julio Iglesias y Camilo Sesto.

¿Sabías que alguna vez entregó flores a Pelé? Sí, al mismísimo astro del fútbol brasileño. Un recorte de periódico que ella misma compartió en redes guarda ese momento insólito y entrañable. Su vida fue una mezcla de música, anécdotas y encuentros improbables.

Mucho más que una voz potente: fue historia viva

Nació el 22 de marzo de 1934 y desde muy joven se dedicó a la música, ganando concursos locales en su natal Irapuato. De ahí saltó a los grandes escenarios y grabó al menos 10 discos, siendo uno de los más recordados «Para puras vergüenzas contigo».

También fue parte de la época dorada del entretenimiento mexicano, apareciendo en programas como Siempre en domingo de Raúl Velasco y Música, Risa y Estrellas. Amistades como Irma Serrano «La Tigresa» o Carmen Salinas formaban parte de su entorno.

Y por si fuera poco, actuó en cine. En 1974 participó en El Tigre de Santa Julia, una película sobre justicia y venganza, donde compartió créditos con Juan Gallardo.

Su última presentación ante el público fue un regalo para Irapuato

Aunque los reflectores ya no la perseguían como antes, Amalia Macías jamás dejó de cantar. En 2022, fue homenajeada en su ciudad natal durante las Fiestas de las Fresas, donde agradeció profundamente el cariño de su gente. “Gracias por tanto amor. A donde voy, siempre digo: ¡Arriba Irapuato!”, dijo entre aplausos y lágrimas.

Sus fans la recuerdan con amor genuino

Mensajes como “Gracias por compartir momentos bellos” y “Tu voz vive en mis discos y en mi corazón” llenaron las redes tras la noticia de su partida. Y es que Amalia no era solo una cantante. Era una mujer con carácter, corazón y una voz que abrazaba.

Una despedida con dignidad y gratitud

Su mensaje final fue claro, sereno y conmovedor: “Gracias a la vida por permitirme amar, cantar y compartir. Me voy en paz, cantando… como siempre”.

Y así nos deja: con un nudo en la garganta, pero también con la certeza de que su voz seguirá sonando en cada ranchera bien cantada, en cada grito de “¡Arriba Irapuato!” y en cada corazón que ame la música mexicana de verdad.