Durante su exposición, la alcaldesa evidenció el abandono y desorden que dejaron gobiernos anteriores, y reafirmó su compromiso de gobernar para todas y todos, sin favoritismos ni intereses personales. Le habló de frente al Congreso, defendiendo el derecho de los pueblos originarios a decidir sobre su territorio, sus recursos y su destino.
Este respaldo ciudadano no es casual: es el resultado de una gestión cercana, valiente y coherente con los principios de la Cuarta Transformación. Camacho Bastida ha recorrido los barrios, ha abierto el diálogo y ha emprendido acciones que comienzan a devolver la dignidad a Xochimilco.
La alcaldesa recalcó que hoy las prioridades son otras: el bienestar de los pueblos originarios, el rescate del patrimonio ambiental, y la construcción de una administración que sirva y no se sirva del poder. “No venimos a negociar con los de siempre, venimos a abrir camino para los que nunca fueron escuchados”, afirmó ante diputadas y diputados.
La comparecencia marcó un antes y un después, por primera vez en mucho tiempo, una alcaldesa no llegó a justificar lo injustificable, sino a enfrentar con verdad los retos de su gobierno. “Hoy, en Xochimilco, el pueblo habla por sí mismo, y ese es el verdadero cambio”, afirmó la alcaldesa. Con esta comparecencia, no sólo rindió cuentas, también dejó claro que gobernar con principios no es debilidad, sino fuerza.
Alcaldía Xochimilco
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