Cuando maduramos una mente centrada atrae más que una cara linda

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Sin dudar algo que nos pasa en la adolescencia es qué nos preocupa mucho el qué dirán, lo que todo el tiempo la gente piensa de nosotros y sólo queremos complacerlos, incluso más que a nosotros mismos, cosa que es algo muy triste pero pasa muchas ocasiones.

Sin embargo cuando maduramos aprendemos que las personas no necesariamente son lo que aparentan sobre ser encantadoras, ser populares o etc sino conseguimos rodearnos de las personas correctas.

Al momento de madurar, buscar una pareja resulta ser mas fácil y complejo a la vez, las caras bonitas y cuerpos “perfecto” pasan a segundo término y lo más importante para nosotros es un buen corazón que te ayudan a priorizar la mente.

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La apariencia sin dudar deja de ser prioridad, pasa a un segundo plano, porque aprendemos que una relación sana, duradera y placentera sólo se puede llevar a cabo con un persona de mente centrada.

La apariencia puede ser la primer impresión que tanto nos gusta, pero luego estamos ansioso por saber quién es esa persona, que le gusta, que tiene en su interior. Las primeras conversaciones son determinantes para saber si realmente te puedes ver a futuro con esa persona.

¿Quieres una pareja o un trofeo? Probablemente si lo que piensas es ser aceptado por la familia, amigos y todo tu alrededor, aún te falta madurar y descubrir realmente que es lo valioso de las personas porque cuando llegues a la vejez, la escasez y las enfermedades desearás tener a una persona amorosa, amable e inteligente, no alguien que demanda de ti bienes y atención.

Aún los rostros más hermosos envejecen, pero las mentes brillantes y los corazones bondadosos sólo se enriquecen más con el paso del tiempo, lo que hay en una mujer o en un hombre que sólo se preocupa por su apariencia tiene precio, pero lo que se guarda en el corazón y mente es invaluable.

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