Los Hijos de la Mañana nos relataron una gran Reflexión sobre la fe que tenemos en nuestras oraciones.
Debes saber, que Dios no quiere palabras bonitas, sino palabras sinceras que broten desde lo más profundo de tu corazón.
Si pides las cosas con fe y bondad, entonces serán brindadas a ti en el momento oportuno.
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