En Pekin, un hombre debido a un intenso dolor de estómago e hinchazón en la piel, acudió al hospital de Guangzhou. Nunca imaginó que estaba infestado de parásitos que lo dejaron al borde de la muerte.
Los médicos del hospital se sorprendieron al evaluar las radiografías que mostraban una enorme cantidad de larvas que infestaron su cuerpo debido a la excesiva ingesta de sushi y sashimi, dos platos típicos de la zona y que se comen crudos.
Por fortuna para el enfermo, la infección no llegó hasta el cerebro, situación que le habría provocado la muerte.