¡Usa tu mente para bajar de peso!

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Sé que se escucha loco, pero la falta de ejercicio y una mala alimentación no son los únicos responsables que subamos de peso. También la psicología influye mucho. La familia que lo rodea, los amigos, las envolturas de la comida, el tamaño de los platos, sus nombres, sus colores, sus etiquetas, sus formas, colores y olores. La lista es interminable, y además invisible, pero todo esto influye en nuestro apetito.

Por ello sus consejos para adelgazar tienen más que ver con los sentidos y la psicología que con la nutrición. Estos son sus trucos infalibles:

Quita de la vista lo que no quieras comer. Esconde los refrescos y los dulces y pon la fruta en un sitio más visible y accesible del refrigerador.

Pon la comida fuera de tu alcance. Por ejemplo, sírvete poca cantidad de comida en el plato, así si quieres más tendrás que levantarte e ir a la cocina a buscarla. Quizás antes de hacer todo eso cambies de idea.

No vayas al súper con hambre, y mucho menos enfadado.

Come despacio. LA señal de saciedad tarda 20 minutos en llegar al cerebro. Dale tiempo.

Reduce tus opciones de comida. Solo pon dos cosas a la vez en el plato. Abúrrete un poco de comer.

Sé consciente de lo que comes. Y si quieres perder peso igual tendrás que comer solo y en casa con más frecuencia.

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