Sin embargo, la mujer hizo lo que su esposo le pidió en sus últimos momentos, por lo que el día del entierro, llevó toda su fortuna en una cajita para ponerla a un lado del cuerpo del difunto.
Una amiga cercana a la familia le comentó que si estaba loca por hacer eso, pero la viuda le contestó que es una buena mujer y debe cumplir.
La desconcertada amiga le volvió a insistir, pero la respuesta de la leal esposa fue la misma e hizo todo al pie de la letra como lo prometió: “Primero lo metí en mi cuenta bancaria y luego le extendí un cheque. Puede ir a cobrarlo cuando quiera”.