Rostro y cabello. Uno de los primeros pasos hacia un excitante orgasmo es lograr relajar a tu pareja. Acariciar suavemente su cuero cabelludo, así como darle algunos besos en su rostro, ojos, mejillas y mentón, puede lograrlo.
Cuello y oídos. Se trata de dos de las zonas erógenas más sensibles de la mujer y un lugar ideal para excitarla. Comienza con besos suaves desde sus hombros, luego en el cuello, hasta llegar a sus oídos.
Brazos y piernas. La zona más sensible del brazo de la mujer es justamente a la mitad, del lado contrario del codo.
Senos. Es una de las zonas que más excita a las mujeres si se estimulan de forma correcta. Los gustos y las sensibilidades varían de mujer en mujer. Algunas les gustará que se las muerdan o aprieten con fuerza. Mientras que otras preferirán que las traten con delicadeza y suavidad.
Monte de Venus. Acaríciala suavemente y despacio antes de la penetración o del sexo oral. Nunca tires o arranques el vello, siente sus reacciones según lo exploras y hazle saber que harás lo que te pida.
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