Alan Ramírez y Oswaldo Silvas luchan por ser los mejores papás.

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Archivado en: Banda Sinaloense MS  •  

 Los cantantes de Banda MS, Alan Ramírez y Oswaldo Silvas, no sólo se esfuerzan en el escenario por ser los mejores cantantes, también en su vida personal luchan por ser los mejores papás para sus hijos.

A los dos la paternidad les llegó después de los 25 años, al inicio de sus matrimonios, lo que aseguran fue en el mejor momento, ni antes, ni después.
 
“Éste apenas será mi segundo año como papá y puedo considerarla una de las satisfacciones más grandes que me ha dado la vida, llegar a casa y que mi hijo me diga papá me llena de emoción”, comparte Alan.
 
Oswaldo “Walo” Silvas se convirtió en papá hace 10 años, pero de un par de meses a la fecha señala que el compromiso con sus hijos adquirió un sentido más profundo, sobre todo hacia Oswaldo, su hijo mayor, de 10 años, a quien dijo no conocía por dedicarle poco tiempo.
“De unos meses para acá estoy viviendo una nueva etapa, en la que tengo una comunicación familiar y con mis hijos más enfocada, más abierta, más bonita, pues me di cuenta que conocía poco a mi hijo y él a mí; llega un momento en tu vida en que dices: ¡ya estuvo! de andar viviendo el momento de una manera que no eres responsable y en forma desordenada”, compartió.
 
El cantante dice que ser papá de tiempo completo es difícil y más cuando no se tiene un trabajo convencional.
“Empiezo a darme cuenta que es difícil ser papá de tiempo completo y más cuando sólo pasas uno o dos días al mes con tus hijos, eso provoca que lleves una relación débil y empiezas a descubrir cosas de ellos que no conocías, como me pasó con mi hijo”.
Los dos cantantes coinciden en que desean que sus hijos sean personas de bien y para eso les inculcan valores que en su momento ellos recibieron de sus padres.
“Creo que el valor de el respeto es el más importante. En mi caso recuerdo que mi papá cuando yo era niño me quitó a regañadas que no tomara lo que no era mío y el respetar a los mayores, y yo le inculco eso que para mí es lo más importante”.
Para “Walo” el que sus hijos tengan amor y temor de Dios es la base de todo.
 
“A mi papá le agradezco que me inculcó valores como el respeto, el ser honesto, tengo mucho que agradecerle, a pesar de que he cometido errores y creo que a mis hijos lo mejor que les puedo enseñar es el amor y el temor de Dios que es la base de todo”, destacó.
Tanto “Walo” como Alan señalan que más allá de compartir un fecha como el Día del Padre, lo que más disfrutan son los momentos más sencillos con sus hijos.
 
“Darle de comer, jugar o disfrutar con él de sus caricaturas favoritas son los momentos más bonitos que tengo con mi hijo”, mencionó.
Mientras que a “Walo”, escuchar las ocurrencias de su pequeña Ivanna lo divierte más que cualquier otra cosa, sobre todo cuando se niega a cantarle por “no traer su guitarra”.
 
“Escuchar hablar a mi hija como adulta cuando apenas tiene 2 años me encanta, porque me hace reír con sus ocurrencias, como un día que le pedí que me cantara y me dijo que no podría porque no traía su guitarra”, mencionó entre risas.
 
Buscar experiencias con alta dosis de adrenalina son cosas del pasado para Alan y “Walo”, quienes aseguran les cambió la vida después de ser padres.
 
“Cuando eres padre la vida te cambia completamente, ya no me atrevo a hacer cosas que pongan en riesgo mi vida, ahora me da un pavor de sólo pensar que les pueda faltar a mis hijos y ya no me animo a hacer cosas que antes hacía” señala Silvas.
 
Y Alan lo apoya, pues aunque los autos son su debilidad, su pasión por la velocidad ya no forma parte de sus días, sobre todo cuando va al volante y lo acompaña el pequeño Alan.
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