Todos los años, los alumnos de la Escuela Unit participan en una inusual competición para recaudar fondos para su comunidad. Lo singular del evento es que los pequeños recolectan cadáveres de zarigüeyas encontradas en el bosque para vestirlas con los más raros y variados atuendos. Luego, las ponen en poses graciosas, y les toman fotografías.
Las asociaciones protectoras de animales ya han puesto el grito en el cielo. Que no es ético, que no es un buen ejemplo para los niños, etc. Pero a los maestros no parecen importarle las críticas. En la última competencia recaudaron 6.000 dólares y fue un éxito de concurrencia. "Todo el mundo la pasó bien. Nos divertimos. Nadie mató a nadie. Además, los animales no son la única especie que es vestida luego de su muerte. A los humanos también se nos viste", declaró el Director de la escuela a un diario local.
Por otra parte, voceros de las asociaciones que protegen a los animales insistieron con que "los animales merecen respeto, ya sean salvajes, domésticos y mascotas. Y es una pena que una escuela esté animando a sus hijos a hacer esto. No vemos cómo motivar a los niños a jugar con los animales muertos de esta manera se puede considerar aceptable. Ayuda a recaudar dinero para la escuela, pero estamos seguro de que hay maneras menos morbosas para hacerlo", concluyeron con un comunicado.
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