Una sala de atención del centro Cardiff Royal Infirmary contaba con una pandereta para que los pacientes pudieran llamar la atención de las enfermeras, ya que según dicen, estaba demasiado alejada para que se escucharan los pedidos en voz alta. Según los propios internos también había maracas (por si la pandereta estaba ocupada).
"Es ridículo. Esta gente es un grupo de jubilados no Los Monkees o Mick Jagger", se quejó un residente. "¿Dónde está la dignidad si uno le pide a un anciano enfermo que toque la pandereta cuando tienen un problema?"
Steve Allen, directivo del consejo de salud de la comunidad de Glamoran, explicó que "es totalmente inapropiado". Y Ruth Walker directora de enfermeras se disculpó y garantizó que instalarán de inmediato un timbre para emergencias.
¡Shhh! Silencio, Hospital.
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