La Corte de Justicia de la ciudad alemana de Osnabruck acaba de condenar a siete años de prisión a un hombre que intentó asaltar un banco vacío con un arma de juguete y tomó de rehén a un persona que pasaba por el lugar.
Pero eso no fue todo. Luego de quedarse con los 400 euros que le obligó a retirar a la rehén, el hombre huyó en su auto, el cuál abandonó a pocas cuadras dejando olvidada en el asiento trasero la pistola de juguete cubierta con sus huellas digitales.
Cuando fue apresado, el ladrón confesó y ahora deberá pagar siete años encerrado debido a otros 22 crímenes cometidos en los últimos años.