Los voluntarios de este proyecto sólo tienen que acercarse y aceptar que la palabra que les toca no puede cambiarse. Ésta se les tatuará en letras negras normales (estilo libro) en un tamaño a consensuar. Ya fueron tatuadas 1.449 personas de las 2.095 necesarias. Y unas 400 más ya dieron su consentimiento y esperan el momento de recibir su tatuaje.
Para los que quieran saber en qué lugar del mundo está cada palabra, hay un mapa con la ubicación de cada voluntario. Y para ver una frase completa y cómo funciona el proyecto puede visitarse esta página.
Todos los detalles de la extraña iniciativa -y por supuesto el formulario para ofrecerse como portador de una de las palabras restantes- lo esperan en la página de la escritora Shelley Jackson.
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