La historia de este bizarro concurso se remonta a 1961 cuando por primera vez en Langenbruck, Alemania se buscó quién era el poseedor de la nariz más grande. Los jueces miden el ancho y largo de cada apéndice nasal y el concursante tiene derecho a hacer caras con el objeto de estirar o agrandar su volumen. A lo largo de las últimas cuatro décadas los organizadores han hallado monstruosas napias.
Si está pensando en presentarse tenga en cuenta que último campeón ganó con una naricita de 12,5 centímetros de largo. Y la última campeona tiene una marca de 10 cms.
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