Crear un sándwich único requiere muchas veces de un poco de creatividad y mucho esmero. Como en el caso del Sándwich Wall-e. Otras tantas es imprescindible ser casi un artista plástico. Eso ocurre exactamente con este simpático bocadillo para disfrutar en velorios.
Un par de detalles y su emparedado puede hacerlo viajar a la sombra de un árbol en una isla desierta. Puede poner a prueba su destreza y hasta recordarle que debería entrarle con prudencia al salchichón.
En la era de las comunicaciones su sándwich puede ser tecnológico, como este teléfono celular o inalámbrico como este mouse con el ¡conector USB y todo!
Ni siquiera la elegancia, el diseño o el terror quedan afuera de este humilde pero delicioso arte.
Un catálogo inolvidable de 30 sándwiches exquisitos realizados por manos hábiles lo esperan en el sitio Food Crafts.
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