El sheriff Leo Dutton del Condado de Lewis and Clark en Montana, Estados Unidos, recibió un mensaje de texto en su celular. "Hey Dawg, ¿tienes $20 que pueda comprar ahora?".
Cuando estuvieron ahí el comisario llamó por teléfono al celular en cuestión para asegurarse que se tratara de ellos. Los adolescentes atendieron y el oficial se presentó y les mostró la placa. Dutton relató que los dos muchachos se pusieron blancos y se les doblaban las rodillas. Resultó que dentro del negocio también estaba el padre de uno de ellos.
"Fue mala suerte o la intervención divina" aventuró el Sheriff. No se levantaron cargos pero se citó a los padres de los involucrados. "Tratar de comprar drogas es un crimen pero a veces es peor tener que enfrentar a los padres".