Acláreselo a su cuñado: que usted sea un drogón fumanchú no significa que tenga que poner la boca en cualquier lado. De hecho Ud. tiene derecho a ser de esos bon vivants que prefieren una pipa de estilo a un simple y sencillo porro. Alguna gente sin recursos, en cambio, debe conformarse con lo que tiene a mano.
Algunos considerarían un suicidio utilizar algunas de estas pipas y otros simplemente una forma de pasar el verano. Las hay sencillas y elaboradas.
Todo un catálogo de pipas y de implementos para no quemarse la punta de los dedos lo esperan, para que vote por su favorito, en las páginas de What a Bong. Para ponerse de la pipeta.