Recientemente en la remota localidad de Lajamanu, en Australia, los pobladores fueron bombardeados por peces que caían del cielo. Según explican los meteorólogos un tornado los habría succionado del mar y luego "llovieron" a kilómetros de distancia. Algunos llegaban vivos al piso.
Peces y ranas han llovido varias veces en la región de Ishikawa en Japón.
Respecto de la lluvia de peces vivos en Lajamanu un testigo declaró que "no era que me faltaran bolitas en el frasco, era cierto. En ese momento simplemente agradecí que no llovieran cocodrilos".