"El final de la historia" es una cerveza manufacturada por la firma BrewDog de Fraserburgh en el Reino Unido. Es una bebida de alto contenido alcohólico (55%) y cada botella está cubierta por un animal disecado.
Uno de los fundadores de la empresa, James Watt, explicó que "la idea es mostrarle a la gente que hay alternativas a las monolíticas cervezas corporativas y proponerles un nuevo acercamiento a la cerveza que la eleva en status dentro de nuestra cultura".
Por su parte, Libby Anderson, defensora de los animales, sostuvo que "es muy negativo usar animales muertos. Es una idea perversa. Deberíamos aprender a respetarlos y no a usarlos como un estúpido recurso de marketing". Barbara O’Donnell, directora de servicios de Alcohol Focus Scotland (una organización que asesora sobre problemas relacionados con el alcohol), fue categórica: "Éste es otro ejemplo de una compañía pasándose de la raya de lo aceptable en la búsqueda de tácticas de promoción baratas".
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