Elegantemente vestido, como es su costumbre, Lupillo Rivera siguió al pie de la letra cada una de las indicaciones de Temo Márquez, el director del video, quien logró plasmar en imágenes todo lo que es este artista: Auténtico, apasionado y muy sensible.
Para darle un ambiente acorde a esta estupenda letra de Erika Vidrio, se creó una atmósfera en donde predominó la cantina y las botellas, desenvolviéndose Lupillo Rivera con gran naturalidad, proyectado en cada uno de sus gestos un profundo dolor y mucho sufrimiento.
En esta ocasión se tuvo como modelo a José Julián, otro intérprete que, gustoso, acepto tomar parte de este trabajo.
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