El recital, realizado en el Arena Santiago, tuvo en su mayoría un público femenino que coreó todas las canciones del mexicano, entre ellas "Y ahora te vas", "La venia bendita" y "Dónde estará mi primavera", entre otras.
En una de sus varias intervenciones, Solís dijo: "Gracias hermanitos, la vida es para disfrutarla y ser felices. Esta noche no se vale cantar y llorar".
"Lo suyo no es hacer sólo conciertos, sino ofrecer liturgias y palabras cargadas de espiritualidad", añadió el periódico chileno, el cual precisó que el de anoche fue un "concierto impecable".
Precisó que en sus diálogos con el público "se desdobla en un registro grave, pastoso, a diferencia de sus canciones, marcadas por un tono prístino e inalterable por décadas". Agregó: "Pero no todo fue temas para llorar.
El diario La Tercera acotó, por su parte, que "Marco Antonio Solís no cuelga guitarrones ni anda con sombrero de ala ancha ni amenazando con disparos al aire arriba de una yegua chúcara.
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