Un hombre con un cuchillo de 15 centímetros clavado en el pecho entró a un bar y pidió un café.
George Mirdita, empleado del local, contó que "los clientes se espantaron, daban vuelta la cabeza de la impresión. Entró con algo clavado en el tórax, se sentó, pidió un café y le dio conversación al tipo que estaba junto a él".
Mirdita agregó que el hombre estuvo calmado todo el tiempo y jamás se quejó de ningún dolor. La policía asimismo aseguró que el señor iba a estar