En este tema Graciela Beltrán hace gala de su timbre de voz, y se hace acompañar de los acordes de la tuba y los clarinetes.
En este trabajo Graciela Beltrán corrobora, una vez más, que su versatilidad y habilidad vocal no tienen límites ni privaciones, cuando de música Regional Mexicana se trata.
A la fecha ha sido premiada con innumerables galardones internacionales y se ha ganado el cariño incondicional del pueblo dentro y fuera del territorio mexicano, lo que la coloca como una de las pocas intérpretes jóvenes que está dispuesta no sólo a defender el género musical, sino a seguir propagando la tradición de uno de los estilos musicales más tradicionales y representativos del folklore mexicano.