PEPE A. Preocupado por la salud de su padre y opina acerca del caso Elizalde.

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La muerte del conductor de televisión Raúl Velasco afectó de manera anímica al cantante Antonio Aguilar, quien no ha dejado de llorar, así lo aseguró el hijo de éste, Pepe Aguilar, quien externó su preocupación por la salud de su progenitor.

Al término de la misa póstuma en la Basílica de Guadalupe, en honor al comunicador, afirmó que su papá se encuentra extremadamente triste por la pérdida de Raúl Velasco: «Mi padre está devastado y no deja de llorar, cualquier motivo de recuerdo le provoca hipersensibilidad y la verdad está muy triste».

Lamentó la partida del creador del programa «Siempre en domingo» a quien consideró como un tío: «Todo lo que sé del negocio del espectáculo y de la televisión, se lo aprendí a don Raúl, durante más de 25 años en que aprecié su trabajo en la emisión dominical y especialmente en mis participaciones en su segmento».

El cantante de género vernáculo consideró a Karina, a Claudia, Arturo, Raúl y Diego como parte de su familia: «Más bien me siento como parte de su familia. Hoy aprendí de Arturo la entereza y la fortaleza de soportar la pérdida de un padre, al verlo expresar su sentir ante la gente que fue a la Basílica sin derramar una lágrima y provocar el llanto de sus allegados».

Recordó que su papá Antonio Aguilar trabajó con Raúl toda una vida, y eso es lo que lo tiene acongojado: «Para mí es doloroso porque Raúl fue quien me dio la patada de la suerte y me llevó a todos lados y conocí todo América Latina».

Pepe Aguilar afirmó que con la muerte de Raúl Velasco, «la generación de `Siempre en Domingo», murió con él», y aseveró que «la misa ha sido una de las más emotivas» que ha visto en su vida.

El cantante explicó que tomó un vuelo de manera directa de Los Ángeles, California, a la ciudad de México con el fin de compartir la comunión con la familia Velasco: «En estos momentos me regreso a Los Ángeles, para seguir ultimando detalles de mi gira por la Unión Americana», indicó.

A pregunta expresa sobre su sentir ante el asesinato de Valentín Elizalde, el pasado fin de semana, Pepe Aguilar subrayó que a pesar de no haberlo conocido, «es una pérdida que no debe de pasar por alto ni para las autoridades federales y locales ni para la familia artística, porque no es normal que esto esté sucediendo».

Al finalizar la misa, Pepe Aguilar salió de la Basílica de Guadalupe sorteando a los fans que le pedían un autógrafo, y abordó su camioneta en compañía de varios elementos de seguridad privada para dirigirse directamente al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

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