Hazlo reír: Pregúntale a cualquier hombre, desde tu padre hasta tu mejor amigo: todos te dirán que una mujer que los hace reír les encanta. Incluso el famoso psicólogo y sexólogo Ian Kerner asegura que ellos encuentran muy sexy a una chica con sentido del humor. Si lo haces reír, siempre asociará esa sensación de diversión contigo, aun cuando no estén juntos, y morirá por volver a verte. Así que aunque los chistes no sean lo tuyo, deja a un lado la negatividad y relájate cuando estén juntos. Si le muestras tu lado divertido, le será muy difícil no invitarte un café.
Envía señales claras: A veces puedes voltearte de cabeza, pero ellos no captan que estás interesada. Manda señales claras. Por ejemplo, el contacto visual es un must: míralo a los ojos cuando hablen y voltea la mirada hacia sus labios por un segundo; esta es una técnica infalible. Un error es aplicar la ley de la ´indiferencia´ y más cuando apenas lo estás conociendo. Creer que si te haces la hiper-mega-súper difícil, lo atraerás no es buena idea.
Toma la iniciativa: Nunca esperes a que las cosas ocurran, mejor pon manos a la obra. Así, si un chico te gusta, ¡ve por él! Toma la iniciativa sin ser obvia. Por ejemplo, háblale de la fiesta estupenda que habrá el fin de semana, del concierto al que tus amigas no quieren ir o propón ir juntos a una exposición ´para compartir puntos de vista´, claro.
Empápate de sus intereses, ¡sin fingir!: Recuerdo que pude haber tenido al chico perfecto, bueno, a uno muy cercano a la perfección, pero lo arruiné cuando empecé a exagerar los gustos en común; esta fue la mejor forma de ¡alejarlo! Para hacer que ese galán se decida a invitarte, no debes dejar de ser tú misma ni fingir que eres fan de todo lo que él menciona, porque cuando salgan, tu teatro se vendrá abajo. Mejor escucha lo que le apasiona y cuéntale sobre tus gustos. Conquístalo con tu autenticidad.
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